El videoclip de The Queen Is Dead de The Smiths, dirigido por Derek Jarman en 1986, es un collage visual que mezcla imágenes de archivo, símbolos británicos y estética experimental. Jarman, figura clave del cine independiente británico, aporta su estilo poético y provocador a la crítica social de la canción. Con fragmentos de cultura pop, realeza y decadencia urbana, el video refuerza la sátira de Morrissey y Marr sobre la monarquía y la identidad nacional. Más que acompañar la música, la obra visual de Jarman se convierte en un manifiesto artístico y político de los años ochenta.
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